Amritsar, la ciudad más grande e importante del estado de Punjab, se encuentra en el noroeste de la India, a 15 millas al este de la frontera con Pakistán. La ciudad es el lugar de nacimiento del sijismo y el sitio del principal destino de peregrinaje de los sijs: el Harmandir Sahib, o Templo Dorado. India, que ocupa la mayor parte del sur de Asia, es el segundo país más poblado del mundo, después de China.

El gobierno de la India es una república constitucional que representa una población muy diversa con miles de grupos étnicos, cientos de idiomas y un complejo sistema de castas. De manera similar, India tiene una complicada historia social y cultural, que presenta una rica vida intelectual en las ciencias y las artes, así como una tradición religiosa. Después de obtener la independencia de los británicos en 1947, India se separó de las regiones predominantemente musulmanas de los actuales Pakistán y Bangladesh.

A pesar de los serios intentos de unificar el país e infundir una apariencia de paz, las tensiones entre grupos étnicos rivales, sectas religiosas, ricos y pobres, han dividido aún más a la nación. Para agobiar aún más al país, India tiene más niños abandonados que cualquier otra nación del planeta, con más de 30 millones de huérfanos deambulando por las bulliciosas calles y vías férreas de las principales ciudades. Este dinamismo cultural crea inmensos desafíos para el gobierno central, pero una enorme oportunidad para que la iglesia de la India entre en los abundantes campos de cosecha movida con compasión y gran expectativa.

Ore por el avance del Reino de Dios en los más de 36 idiomas de esta ciudad.
Ore por el inicio de centros comunitarios enfocados en plantar iglesias rápidamente alcanzando a las mujeres, los niños y los pobres de la ciudad. Ore para que los líderes tengan sabiduría, coraje y protección sobrenatural.
Oren para que nazca un poderoso movimiento de oración en Amritsar que se multiplique por todo el país.
Ore para que los seguidores de Jesús caminen en el poder del Espíritu.
Ore por una resurrección del propósito divino de Dios para esta ciudad.